La primera cata fue con Ramon en su local Factor Vi en Sitges. Catamos con algunos clientes particulares y también con Dani, sommelier del local, diferentes Barbera de diferentes añadas y estilos, incluido el Barcarato 2016/2001/2000/1999, espectacular vertical. Y Barbaresco y Barolo obviamente.
La segunda cata la hicimos al Wine Celler de Sitges, con un focus en los productos de la Ficaia
Finalmente el pasado jueves 1 de Abril, en el Salut Wine Studio del Borne.
Enrico fué capaz de trasmitirnos con su semplicidad, honestidad y alegria la historia de sus bodegas, sus evoluciones, momentos dificiles, y exitos.
En el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, Clemente Guasti, abuelo de Enrico fundó su bodega para comenzar a elaborar y vender vinos en Nizza Monferrato (Asti) en una de las zonas vinícolas más importantes de la región de Piemonte. Desde el principio intuyó la importancia de poner la origen de la uva en la etiqueta; esta innovación tuvo un legado importante en el mundo de al Barbera, introduciendo el concepto de “cru” para las viñas de propiedad de mayor calidad, produciendo así las “Barberas de la Finca”, como por ejemplo la emblematica “Cascina Boschetto Vecchio”
Clemente siempre estuvo muy atento a la evolución de las técnicas de producción y fue de los primeros en la localidad en adoptar autoclaves de acero en la década de 1950 para elaborar vinos espumosos con el método Martinotti-Charmat
En los años siguientes el negocio continuó y creció de manera constante, posicionandose tanto el mercado nacional como en el internacional.
Hoy Guasti tiene unos 15 ha, 8 de viñas con exposición sur - 70% Barbera.
Variedades elaboradas:
Barbera, Nebbiolo, Barolo, Barbaresco, Dolcetto, Grignolino, Arneis, Gavi, Gavi di Gavi, Chardonnay, Moscato, Brachetto
www.guasti.it
En 2013 Enrico decidió dejar la abogacía para perseguir sus sueños y continuar la larga tradición familiar. La fértil tierra de Casalotto di Mombaruzzo, el lugar de nacimiento de su abuelo, junto con las maravillosas condiciones climáticas favorecen el cultivo de uvas y otras frutas como higos y aceitunas. Y es precisamente el recuerdo de la higuera, bajo la que solía descansar su abuelo Clemente, la fuente de inspiración para el nacimiento de "Laficaia".
La extension de las viñas alrededor de la bodega es de 5 ha. Los tratamientos en viña son de minima intervención - azufre – sin addición de productos de sintesis. Junto a la viña conviven ulivos, higueras y una moltitud de hierbas aromaticas. La viñas tienen orientación sur.
www.laficaia.com
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Las catas, debido a la emergencia covid, respetarán el distanciamiento, admitimos un máximo de 6 personas, y siempre irán acompañadas con un pica pica de productos típicos italianos.
Os esperamos!
]]>Con 6 vinos obviamente no se puede pretender representar una tierra vitivinícola tan icónica, pero, al terminar la cata, vi en la cara de todos satisfacción y emoción. Cuando se tiene en una copa un Chianti Classico 2017 Querciabella, con su elegancia, equilibrio, no se puede no enamorarse, y cuando entendemos la voluntad del productor de seguir una filosofía biodinámica en la viña, aun mas. La misma sorpresa cuando después catamos el Brunello di Montalcino 2015 di Camigliano (todavía no se si fue acertado tomarlo después). Al principio vi muchos ojos mirándome, se quedaron mudos, tenían que reflejar. Al cabo de pocos escuché alguien decir "complejidad", otro "ahumado", "cacao", y mucho mas. Es así, el Brunello se deja descubrir poco a poco, vaya descubrimiento!
Vuelvo al principio. Nos gustó mucho el primer vino, un blanco Vermentino 100%, Gamal de Camigliano, rico, afrutado a citrico, realmente gustoso. El segundo vino, un Vermentino 70%, Sauvignon Blanc 30%, Costa di Giulia 2019 de la bodega Michele Satta de Bolgheri. La elegancia echa vino. Aquí respecto al Vermentino anterior perdemos en parte el perfil afrutado, pero ganamos en mineralidad (suelo arenoso), acidez y frescura. Empezamos los tintos con el Morellino di Scansano 2017 de Morisfarms, uva Morellino 90% (Sangiovese) y Syrah 10%. Un vino afrutado pero con su crianza podemos notar complejidad, especias, balsamicos, un vino muy versatil en gastronomia. El segundo tinto es el todoterreno Teuto Tenute Lunelli 2016, un vino equilibrado con buena estructura (Sangiovese 65%, Cab Sauvignon y Merlot), tanino aterciopelado con notas lácticas y un fondo de vainilla. Cuando un nuestro cliente cata el Teuto, yo y Massimo estamos muy tranquillos. (tercer y cuarto tintos ya mencionados al principio).
Puntuación de cata: 9
]]>El primer contacto con Federico Sandri lo tuve el año pasado, cuando acordamos vernos en Vinitaly Verona, la gran feria del vino italiano. Pero como todas las ferias se canceló. Solo ahora conocerle en su bodega, en Trentino, tierra de montañas en el norte de Italia.
Incontro Federico Pojer dopo che l’anno scorso, 2020 ci eravamo sentiti e accordati per vederci al Vinitaly di Verona, grande fiera di Vini. Ma come tutti gli eventi fieristici del 2020, è saltato anche questo.
Vinedos en la zona de Faedo, orientación oeste
En realidad, mi primera visita a la bodega como apasionado se remonta al 2013, donde conocí a Mario Pojer y me encantó su genialidad, su visión y su pasión. Pojer e Sandri es para mí la escuela de la enología, precursora de técnicas y tecnologías al servicio de la sostenibilidad.
In realtá la mia prima visita come appassionato risale al 2013, dove conobbi Mario Pojer e rimasi incantato dalla sua genialitá, dalla sua visione e passione. Pojer e Sandri è per me la scuola dell’enologia, precursori di tecniche e tecnologie a servizio della sostenibilitá.
Viña en Faedo
Federico, muy joven, ojos agudos e inteligentes, me cuenta cuál fue el inicio de la empresa. Mario Pojer y su gran amigo Fiorentino Sandri, impulsados por la pasión y la ambición de producir un vino diferente a los demás, en 1975 decidieron iniciar sus negocio con un pequeño viñedo en Faedo, un pequeño pueblo escalando la montaña cerca de San Michele all'Adige. El mismo pueblo donde se encuentra desde hace más de un siglo el Instituto Enológico de San Michele, donde se formó Mario. Empiezan así a experimentar en una parcela de tierra orientada al sur, de fuerte pendiente, con una larga exposición al sol, acariciada por el viento que viene del lago de Garda por la tarde.
Federico, giovane, occhi acuti e intelligenti, mi racconta quello che fu l’inizio dell’azienda. Mario Pojer e suo padre Fiorentino Sandri, due amici, spinti dalla passione e dall’ambizione di produrre un vino diverso dagli altri, nel 1975 decidono di iniziare la loro attivitá con una piccola vigna a Faedo, piccola localitá arrampicata sulla montagna nei pressi di San Michele all’Adige, alle cui pendici sorge da più di un secolo l’Istituto Enologico di San Michele, dove Mario si è formato. A poche centinaia di metri in linea d’aria i due amici cominciano la loro esperienza con un fazzoletto di terra rivolto a sud, forte pendenza, lunga esposizione solare, accarezzato dal vento che nel pomeriggio arriva dal lago di Garda.
Fiorentino Sandri e Mario Pojer
Hoy Pojer & Sandri es una realidad consolidada, admirada por todos los amantes del vino por la gran calidad alcanzada y por la capacidad de seguir sus propias ideas, muchas veces en contraste con otros productores. Una producción de 250.000 botellas, unas treinta hectáreas repartidas entre Faedo y Val di Cembra, donde más allá de Müller Thurgau, Chardonnay, Nosiola está la Solaris, una uva resistente, cultivada entre 600-900 metros y utilizada para la elaboración del "Zero Infinito", un vino ancestral con cero impacto químico en el campo y en la bodega.
Oggi Pojer & Sandri è una realtá consolidata, ammirata da tutti gli esperti e appassionati per la capacitá di seguire le proprie idee, spesso in contrasto con gli altri produttori e per la grande qualitá raggiunta. (Le diverse etichette non rientrano per scelta nelle DOC, ma è solo un dettaglio). Una produzione di 250.000 bottiglie, una trentina di ettari divisi tra Faedo e la Val di Cembra, dove oltre il Muller, lo Chardonnay, la Nosiola c’è il Solaris, una uva resistente, coltivata tra i 600-900 metri e utilizzata per l’elaborazione dello Zero Infinito, un vino ancestrale a zero impatto chimico in vigna e zero in cantina.
Viñedo en Val di Cembra
La idea es simple, obtener vinos sin intervención química en el viñedo, ausencia de azufre en la vinificación y darle al vino la oportunidad de expresar todas sus características puramente varietales. Un adjetivo que muchas veces he oído repetir a Federico y Mario Pojer en otras ocasiones es "pureza". Y es precisamente la sensación que percibí cuando después de visitar la bodega probé los vinos.
Oggi Pojer & Sandri è una realtá consolidata, ammirata da tutti gli esperti e appassionati per la capacitá di seguire le proprie idee, spesso in contrasto con gli altri produttori e per la grande qualitá raggiunta. (Le diverse etichette non rientrano per scelta nelle DOC, ma è solo un dettaglio). Una produzione di 250.000 bottiglie, una trentina di ettari divisi tra Faedo e la Val di Cembra, dove oltre il Muller, lo Chardonnay, la Nosiola c’è il Solaris, una uva resistente, coltivata tra i 600-900 metri e utilizzata per l’elaborazione dello Zero Infinito, un vino ancestrale a zero impatto chimico in vigna e zero in cantina.
Cubierta vegetal en la viña
Justo antes de entrar en la zona de vinificación, entendemos que aquí las cosas funcionan de forma muy diferente. A la entrada de la bodega hay una gran bagnera de inox, un auténtico jacuzzi del que pueden "disfrutar" las uvas recolectadas, donde se limpian los racimos de los contaminantes traídos por la lluvia y el viento, lavado que no elimina las sustancias beneficiosas presentes en las bayas, de hecho esta técnica permite que las uvas sean más reactivas y puras en el inicio de la fermentación. La uva luego, antes de entrar en la prensa (vinificación blanca), pasa por una máquina patentada en colaboración con una empresa especializada que permite que la uva se rompa en ausencia de oxígeno utilizando gas argón y luego ingresa a la prensa donde, gracias al ozono, la uva continúa su proceso de elaboración en ausencia de oxígeno, siguiendo así un proceso reductivo que permite no utilizar sulfitos para evitar la oxidación antes de la fermentación alcohólica. Para contrarrestar los efectos reductores, a menudo es necesario un largo envejecimiento en botella.
Poco prima di entrare nella zona di vinificazione, si capisce che qui le cose funzionano molto diversamente che in tutte le altre cantine. All’ingresso della cantina si trova una grande vasca, un vero e proprio idromassaggio di cui puó “godere” l’uva raccolta, dove viene pulita dagli inquinanti depositate sulla buccia portati dalle piogge e dal vento, lavaggio che non va ad intaccare la pruina e tutto ció di prezioso che è presente sugli acini, anzi questa tecnica permette all’uva di essere piú reattiva e pura nella partenza della fermentazione. L’uva poi, prima di entrare in pressa (vinificazione in bianco) passa attraverso una macchina brevettata in collaborazione con un’azienda specializzata che permette la rottura dell’uva in assenza di ossigeno utilizzando il gas argon e successivamente entra in pressa dove, grazie all’ozono, l’uva continua il suo processo di trasformazione in assenza di ossigeno, seguendo quindi un processo riduttivo che consente, cosa da non tralasciare, di non utilizzare solfiti per evitare l’ossidazione prima della fermentazione alcolica. Per contrastare gli effetti riduttivi, spesso è necessario un lungo affinamento in bottiglia
Pre-prensado con gas argón
Prensa con azoto
En una sala contigua a la bodega se encuentra la destilería, una serie de alambiques de cobre, con los que se elaboran grappa con los orujos de la uva. Y no solo grappa, sino que aquí, una rareza, también se produce brandy, también utilizado para fortificar un Lagrein, uva tinta autóctona, para dar vida al "Merlino", un vino peligrosamente goloso, casi un Porto de Trentino.
In un locale adiacente alla cantina si trova la distilleria, una serie di alambicchi di rame, con cui si elaborano grappe con le graspe delle uve. E non solo grappe, ma qui, cosa piú unica che rara, viene prodotto anche il brandy, utilizzato anche per fortificare un Lagrein, per dare vita al Merlino, un vino pericolosamente goloso, un Porto trentino.
Destilería
Tras visitar la bodega, entramos al espacio que alberga la recepción, parece un bar rústico de la zona, una barra de madera con los vinos a vista, algunas mesitas y fotos colgadas en las paredes. Solo al ver las botellas aumenta mi salivación. Federico, de pie, no necesita beber, me mira con ojos confiados y conscientes de la singularidad de lo que estoy a punto de probar. Disfruta del espectáculo. Pruebo casi toda la colección. La línea común entre todos los vinos es la gran limpieza en nariz, los intensos aromas varietales y en boca la frescura, la sabrosa acidez y la elegancia, nunca excesiva incluso cuando pruebo los vinos de mas prestigio, el Bianco Faye y el Rosso Faye, un 90%. Chardonnay y Pinot Bianco el primero y un burdeos con 10% de Lagrein el segundo, ambos del 2016, sabrosos en su complejidad pero absolutamente "faciles". Y para terminar con una nota dulce la Essenzia, una cosecha tardía de las variedades blancas cultivadas, 100% botritizada, una delicia. Y no podía faltar el Merlino, un Lagrein fortificado con el brandy de la casa. Una botella que puede desaparecer un pocos minutos. Lo suyo es ponerle un candado, una copita después de cenar. Tras 2 horas de visita, a Federico le espera un cliente, nos despedimos renovando nuestro mutuo interés en una colaboración. Subo al coche una docena de botellas que me voy a llevar a Barcelona para una degustación excepcional. ¡Tenerlo en cuenta!
Dopo essere passati per la cantina, entriamo nello spazio che ospita la reception, è come entrare in un bar rustico della zona, qualche tavolino e foto appese alle pareti. Alla sola vista delle bottiglie mi aumenta la salivazione. Federico, in piedi, non ha bisogno di bere, mi guarda con gli occhi sicuri e consapevoli dell’unicitá di ció che sto per provare. Si gode lo spettacolo. Provo quasi tutta la collezione. La linea comune tra tutte le referenze è la incredibile pulizia al naso, intensi aromi varietali e in bocca la freschezza, la gustosa aciditá ed eleganza, mai eccessivi anche quando provo i vini di punta, il Bianco Faye e il Rosso Faye, uno Chardonnay 90% e Pinot Bianco il primo e un bordolese con 10% di Lagrein il secondo, entrambe 2016, gustosi nella loro complessitá ma assolutamente beverini. E per finire in dolcezza l’Essenza, una vendemmia tardiva delle varietá bianche coltivate, 100% botritizzato, una delizia. E non poteva mancare il Merlino, un lagrein fortificato con brandy da chiudere con il lucchetto. Dopo 2 ore di visita, Federico è atteso da un impegno, ci salutiamo rinnovando il nostro interesse reciproco di collaborazione. Carico in macchina una decina di bottiglie da portare a Barcellona per un tasting eccezionale. Sappiatelo!
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La persistencia gustativa-olfativa ligera o intensa crea un amplio abanico de combinaciones sensoriales que pueden combinarse con casi todos los tipos de vino que, según el queso, deben equilibrar, atenuar o reactivar sus características
El objetivo de un buen maridaje es complementar sabores, texturas y olores.
Intenta que queso y vino tengan una intensidad similar. en general, cuanto más estructurado sea el queso, más cuerpo debe tener el vino, en definitiva, debe ser capaz no solo de exaltar sus aromas sino también de equilibrar su sabor.
Con el tiempo, los quesos pierden agua y esto hace que las grasas se concentren y los sabores su vuelvan más fuertes. Estas características combinan muy bien con los vinos maduros, los que desarrollan aromas profundos y un cuerpo envolvente. Mientras que la frescura y la delicadeza de un queso joven piden al vino ligereza y fragancia.
Hay varias teorías sobre el maridaje, una no aconseja en general combinar quesos con vinos tintos porqué las proteínas grasas del queso anulan los aromas del vino tinto y, por su parte, estos taninos hacen lo mismo con el sabor del queso. A nosotros, por nuestras acostumbres y tradiciones maridamos quesos curados también con tintos, eso demuestra que la teoría del maridaje está siempre sujeta a nuestro gusto personal y a lo que hemos visto hacer a nuestros padres y abuelos.
Para facilitarte la vida elegimos 5 quesos que se encuentren fácilmente en las tiendas españolas para maridar con 5 vinos italianos.
Brie e Camembert: aromaticidad, untuosidad y tendencia dulce necesitan un vino fresco y sabroso con un rico bouquet olfativo como un Verdicchio o un Pecorino Offida.
Gorgonzola e Roquefort: fuerte aromaticidad, tendencia amarga, sabor y suculencia se contrastan con la suavidad, dulzor y alcohol que encontramos en un Gewurztraminer dell'Alto Adige o un Passito di Pantelleria dulce.
Queso Manchego: sabor ligeramente ácido, fuerte y sabroso que se transforma en picante en quesos muy curados. Buscaríamos tintos con crianza de mediana intensidad, un Sangiovese di Toscana, un Montepulciano d'Abruzzo o porqué no, un Prosecco di Valdobbiane.
Burrata: un Chardonnay siciliano, capaz de realzar la frescura de la burrata apoyando el gusto con una vena ácida. Hacia el norte, el Roero Arneis piamontés es una combinación perfecta
Parmigiano Reggiano: suculento, con una aromaticidad incisiva y gran estructura, lo acompañamos con un tinto de buena graduación alcohólica, estructura y una rica intensidad olfativa con un Sangiovese di Romagna, un Franciacorta Brut, una Ribolla Gialla del Friuli. Curado más de 36 meses con un Barbera d'Asti, un Rosso di Montalcino, hasta un Barolo, o un Amarone della Valpolicella
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